Es una receta muy sencilla, y la corteza fina y crocante es deliciosa!
Ha sido todo un descubrimiento, normalmente es difícil sacar buenos panes blancos a la primera. El camino ha tenido sus contratiempos..., los más divertidos, niños por la cocina, a los que les encanta y no paran de tocar la masa. Así suben con más dificultad, pero con todo y con eso los panes han decidido crecer y dorarse bien. El resultado me ha sorprendido gratamente, no se puede dar más por menos!
Podéis seguir la receta tal como viene indicada o hacerla toda de una vez como hice yo, es decir, hice el Poolish y luego añadí el resto de ingredientes. Lo metí en la nevera y a la mañana siguiente hice las bolas, deje fermentar (me fui a hacer otras cosas, 2 horitas) y cuando ya habían subido, al horno. Resultado: panecillos calientes para comer. Deliciosos. ¡Ánimo y a por ellos!
Aquí esta la receta.
Ingredientes:
500 g de Harina.
10 g de Sal
225 ml de Agua
5 g de Levadura fresca
Poolish de yogur
Poolish de yogur: Esto es un prefermento, la idea es poner la levadura junto con alimento, en este caso harina, yogur y agua para extraer más sabor al trigo. Dejarlo reposar para que crezca y desarrolle nuevos sabores, en torno a 4 horas a temperatura ambiente o una noche en la nevera. En este caso el Poolish será el siguiente.
Ingredientes del Poolish de yogur:
100 g de Harina de fuerza
100 g de yogur
5 g de Levadura fresca
50 ml de Agua
Receta:
- Empezamos realizando el Poolish, tan fácil como mezclar todos sus ingredientes y dejar reposar bien tapadito en la nevera toda la noche.
- Al día siguiente mezclar el poolish con todos los ingredientes de la receta y amasar, dejar reposar 15 minutos, siempre tapado para protegerlo del aire.
- Dividimos en piezas de 40 g y formamos bolitas que sean lo más redondas y lisas posible. Y las colocamos en una bandeja que fermenten durante 90 minutos. Seguimos tapándolas bien y mojadas con un spray con agua.
- Precalentamos el horno a 250ºC con un recipiente con agua para generar vapor y antes de meter los panecillos en el horno les hacemos un corte con las tijeras ligeramente inclinadas y los mojamos con un pulverizador.
- Al horno unos 12 minutos, hasta que esten dorados. Si decides hacer un tamaño más grande lo pondremos al horno bajando un poco la temperatura y alargando el tiempo de cocción. No abrir el horno hasta que no se vea bien dorado, para comprobar la cocción introducir un pincho hasta el centro y mirar si sale limpio y seco, si sale húmedo dejar cocer más tiempo.
- Dejar enfriar el pan, ya que sigue haciéndose con el calor que todavía mantiene y si se corta en este momento quedará crudo.
Besos :)
Una corteza atractiva con un color ideal...hay que ver lo que disfrutan los niños en la cocina metiendo las manos en la masa,es estupendo que lo hagan.
ResponderEliminarLindo comienzo ;)